dissabte, 11 de febrer del 2012

Por media hora de nada...

   No me beso porque no llego. Ayer tuve una experiencia realmente sorprendente que todo el mundo debería realizar al menos una vez en la vida. Así, cuando seamos mayores, podremos contarle a nuestros nietos lo bien que iban las cosas en nuestro tiempo. Pero paso a relatar lo que realmente me pasó.
   Marco el número de teléfono. Me sale una voz grabada. Me piden el número de la linea para la que quiero la gestión. Se lo doy. Me sale la voz grabada diciendo qué quiero hacer con ese número de línea. Le digo que quiero darlo de baja. La voz grabada me dice que aguarde y que me atiende un comercial. El comercial me pregunta que qué es lo que deseo. "Quiero darme de baja del servicio de Internet que tengo contratado con ustedes", le digo. "No se retire que le paso con la sección de bajas", me dice. El departamento de bajas: "¿Qué desea?", me vuelven a preguntar. "Quiero dar de baja el servicio de Internet que tengo contratado con ustedes", le repito. "¿Puede decirme el motivo por el que se da de baja?", me dicen. "Pues sí, yo no podía tener conexión ADSL en mi casa porque no me la podían poner todavía y mientras no tuviera banda ancha, no podía conectarme a Internet de otro modo. Ahora, como ya tengo banda ancha, ya no me hace falta el módem", les respondo. "Si quiere puede mantener la línea de forma que sólo gastará lo que use el módem. Si no lo usa no tendrá que pagar nada", me proponen. "No. He dicho que quiero dar de baja la línea. No voy a usar más el módem. ¡Quiero dar de baja la linea! Nada más". "De acuerdo, entonces procederemos a grabar la conversación para que quede constancia de que quiere dar de baja la línea. Aguarde un poco mientras preparo la grabadora", me dicen. De todos modos, parecía que la señora que me atendía no era muy despierta que digamos. "Estoy intentando poner en marcha la grabadora, no se retire". Suena una musiquilla de fondo. Al rato, "Un momento, no se retire, si no lo consigo yo, ya le pondré con otra compañera para que realice la grabación". La musiquilla de nuevo. De repente, se interrumpe la llamada.



   Vuelvo a llamar. Tras unos diez minutos más en los que vuelvo a realizar los trámites pertinentes, y después de conseguir que me atendiera una persona más eficiente, conseguí, por fin, darme de baja de mi linea de Internet. ¡Qué satisfacción! Y total, por media hora de nada...

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada