dimarts, 22 de novembre del 2011

Por si acaso, a mi no me verán


   Estaba leyendo el periódico esta mañana, cuando vi en las páginas centrales un folleto de publicidad de venta de alfombras que me ha llamado la atención. No porque me induzca a comprar (más bien todo lo contrario), sino por el texto del folleto. En ningún caso se dice qué empresa vende las alfombras ni se ve logotipo alguno. En su lugar, sale la apocalíptica frase "Venta forzosa" con el subtítulo no menos apocalíptico que dice "queremos evitar tener que despedir a nuestros empleados". Debajo viene el horario de la semana y un anuncio que dice que se venden las alfombras "hasta un 82% más barato". A continuación, en un espacio dividido en tres columnas, las dos laterales llevan una serie de fotos se supone que del local donde se exponen las alfombras, mientras que en la central figura un texto en el que te informan de que "no se trata de una argucia ni de una idea inteligente para hacer negocio". Sigue esta columna central contando que "¡el agua nos llega al cuello!", "el banco no nos concede ningún crédito" y que el existente está rescindido.



 Cuenta también que "la empresa Gestión de Liquidación y Suspensión de Pagos ha recibido el encargo de una empresa de Hamburgo para vender alfombras orientales de gran valor provenientes de liquidaciones". Finaliza el texto contando que solo pueden seguir pagando a los empleados (y vuelven a decir "que temen por su puesto de trabajo") vendiendo a precios ruinosos la mercancía proveniente de empresas en quiebra. Es resto del folleto es una exposición de alfombras con su precio antiguo y el rebajado.
   La verdad, no me había encontrado hasta ahora con este tipo de propaganda. ¿Qué pretenden? ¿Que les compremos alfombras por pena? ¿Que les salvemos los puestos de trabajo aunque no necesitemos de ninguna alfombra? Permítanme que no me fíe, pero en primer lugar, yo no voy a comprar a un lugar que en un breve espacio de tiempo desaparecerá. ¿Y si la alfombra que te compres está defectuosa? ¿A quién reclamas? Y si tan mal está la cosa los trabajadores ya tardan en largarse de allí. En definitiva, esto me parece tan poco claro que a mi no me van a ver el pelo. Esto a mi parecer se debe tratar de un tipo de acoso comercial del mismo tipo que las multipropiedades que aparecieron hace un tiempo por aquí, donde los vendedores te acosaban e intentaban agotar tu resistencia hasta que el pobre posible cliente se quedaba el apartamento compartido con otros 51 propietarios, disfrutándolo una semana al año. Esto de las alfombras debe ser lo mismo, desde el momento de la llegada al local te cogerá un vendedor que se va a comer el mundo con el hambre de vender que tiene y hasta que te venda algo no te soltará.
   Pero una cosa está clara, si venden a precios ruinosos, como dicen, eso quiere decir que venden por debajo del precio de coste, por lo tanto no sacan beneficio alguno y la finalidad con la que piden que compremos alfombras, o sea , salvar los puestos de trabajo de los trabajadores, será un objetivo imposible de cumplir, por lo tanto, a mi que no me esperen.

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