dimecres, 31 d’agost del 2011

Los ricos también lloran

El suceso ocurrió a finales de agosto. El multimillonario Flavio Briatore, entre otras ocupaciones ex-director deportivo de la escudería Renault de Fórmula 1, ha sido estafado por unos jóvenes rusos, al pedir en una discoteca de su propiedad 90 botellas de un champán (de marca Cristal, para más señas, y por si a alguien que lea esto quiere comprarse una botella) que han valorado en 86.000 euros. Es decir, que haciendo cuentas, la botellita sale a unos 1000 euros aproximadamente (aunque es de suponer que no todo el importe proviniera de las botellas de champán, sino que las acompañarían con algo más). ¿Qué tendrá ese champán? Según la noticia, los rusos se pegaron la gran juerga, descorchando las botellas. Sigo haciendo cuentas: me da como resultado que cada uno de ellos se bebió 15 botellas, el que bebió más por el que bebió menos. Dijeron que el importe lo pagaría el comandante de su yate de nombre "Kismet". Dicen que es habitual esta forma de abonar los importes a estos niveles. Ahora resulta que los jóvenes rusos están en paradero desconocido.



 He buscado información acerca de esta botella de champán. He descubierto que puede encontrarse en Internet a un precio mucho más asequible, a partir de 150 euros si es del 2004 o de unos 350 euros si es del 2000. El precio se dispara en los locales de restauración. También he descubierto el porqué del nombre. Por lo visto, el zar Alexander II de Rúsia, pidió al suministrador habitual del champán a los zares (los Romanov), Louis Roederer, una botella transparente, para poder ver el interior, por miedo a ser envenenado. Diseñó el señor Roederer una botella de cristal. Tuvo otra particular característica esta botella, y es que tenía el fondo plano (las botellas convencionales de champán tienen el fondo de campana para poder soportar la presión del propio champán, sino explotaría). El precio se explica por el escaso volumen de producción, lo que lo convierte en un producto exclusivo.



A los que no nos podemos permitir el lujo de brindar con Cristal, podemos brindar con un cava Freixenet Carta Nevada Brut, a partir de 5,37 euros la botella (sigo contando: 27 veces menos si la comparamos con la Cristal del 2004 y 65 veces menos si la comparamos con la Cristal del 2000), y brindar por esos jóvenes rusos que nadie sabe donde están, aunque si se bebieron 15 botellas cada uno, eso es que aún no han soltado la cogorza y ni ellos mismos lo deben saber. 


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