dijous, 21 d’abril del 2011

Busque, compare y...

Leo en el periódico que el Ayuntamiento de L'Hospitalet ha conseguido retirar una campaña publicitaria cuyo eslogan decía "Trabaja como un sueco aunque seas de L'Hospitalet". ¿Que se interpreta de esta frase? Da a entender que los hospitalenses son unos gandules en comparación a los suecos. Aunque si se miran las horas de trabajos anuales de un sueco y de un español vemos que los suecos trabajan menos horas que los españoles. ¿Querían decir que trabajemos menos?

Sea la intención que sea, lo que está claro es que se trata de hacer publicidad que no pase desapercibida. Se inventan eslóganes ambiguos que da lugar a varias interpretaciones, comparativas con otros productos de la competencia, imágenes que hieren la sensibilidad de mucha gente en temas delicados como la religión, la anorexia, el SIDA..., en las pantallas de cine tienen gran éxito de taquilla las películas que han estado rodeada de polémica, en el teatro es habitual tratar temas como la homosexualidad o la religión siempre buscando la controversia y, si hay suerte, que salga alguna asociación o grupo manifestándose en la puerta del teatro en contra de la puesta en escena de la obra. Esto es publicidad, y encima gratuita. La gente confunde calidad con publicidad. Como decía Oscar Wilde, "que hablen mal de uno es espantoso, pero hay algo peor: que no hablen".

Volviendo al comienzo del escrito, yo propongo unos eslóganes para la bebida energética que ideó la campaña. ¿Que tal: "Es barato, ¡Pero malo!"?, o quizás "Para energía... ¡la de mi tía!". O tal vez "Busque, compare y como no tiene dinero porque estamos en crisis, compre el más barato"

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