divendres, 2 de desembre del 2011

El derecho a la intimidad


   El Ayuntamiento de L’Hospitalet del Llobregat, en Barcelona, ha decidido colocar nueve cámaras de vigilancia más a las ya existentes. Dicen que serán colocadas en lugares de mucha afluencia de gente.

   El gobierno está estudiando la posibilidad de que los automovilistas paguen por circular por las autovías y carreteras nacionales, no sólo por las autopistas de peaje como hasta ahora. No está decidido –dicen-, pero ya se sabe que en estos casos, cuando el río suena, es que agua lleva. Se rumorea que pretenden colocar unos lectores de matrículas en las carreteras e ir contabilizando los kilómetros que vas haciendo con el automóvil. Si pasas de 15000 kilómetros al año, pagas. ¿Es que no pagamos ya un impuesto de circulación?

   El gobierno catalán estudia colocar cámaras en los cascos de los agentes antidisturbios de la policía autonómica para ver cómo se desarrollan los acontecimientos en unos hipotéticos alborotos.



   Pero lo que más me preocupa es el hecho de que cada vez más nos estamos aproximando más al Gran Hermano de Orwell, estaremos  más controlados. Quieren saber dónde vamos, donde compramos, donde paseamos. Todo se graba. ¿Llegará el día en que nos colocarán una cámara en casa? ¿Lo permitiremos?

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