Nicolás Sarkozy parece que está enfadado con su ministro de Industria porque está todo el día enganchado al twitter. Según cuenta el periódico El Mundo, el señor ministro, Eric Besson, no parece que esté por la faena de dirigir el ministerio y espera ansioso el día de las elecciones para regresar a la empresa privada. Está desmotivado el pobre señor ministro. Lo que no me explico es como el presidente Sarkozy no lo cesa de inmediato. Si un trabajador, no importa el cargo que ocupe, no realiza su trabajo, esto sería causa de un despido procedente y podrían echarle sin indemnización. ¿Porqué los políticos son diferentes?
Espero que las empresas interesadas en contratar al señor Besson se lo piensen antes de hacerlo, o cuando menos, que le quiten toda posibilidad de conectarse a internet, ya que no van a contratarle sólo para calentar el sillón. Ya lo dice el refranero, "El ocio no queda impune; quien no trabaje, que ayune".
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