Conseguir
dinero es, por lo visto, muy fácil. Lo difícil es hacerlo por lo legal. Pero si
lo haces robando o estafando ¡no seas bobo y toma precauciones para que no te
pillen!. Cuando "el Dioni" decidió llevarse el furgón de la empresa
de seguridad en la que trabajaba, con 298 millones de pesetas (ahora 1,78
millones de euros), no se le ocurrió otra cosa que pegarse la gran juerga en
Brasil. Y claro, la policía no es tonta. Lo pillaron y lo extraditaron a
España. Ahora ya está en la calle y vive del cuento. Pasó un tiempecito en la
cárcel, y después a vivir. Y si le falta dinero, cosa que dudo porque el dinero
que robó nadie sabe donde está, siempre podrá ir a Telecinco a contar sus
aventuras, con lo que le pagarán bien.
No se si son tontas de remate o ya han
calculado las consecuencias de sus actos, pero las compañeras de piso Alexa
Johzen Polar, de 34 años, y Robin Antonella, de 33 se van a encontrar en
problemas después de haber falsificado un cheque por valor de la nada
despreciable cifra de 285.000 dólares del bufete de abogados en el que trabaja
una de ellas. No contentas con su hazaña, alquilaron un jet privado que las
llevó, en compañía de unos amigos, a Nueva York, donde se alojaron en un lujoso
hotel, compraron joyas, y se pegaron la gran vida. ¡Hasta hicieron negocios
inmobiliarios!. ¿Acaso esperaban irse de rositas?
En cambio, menos mal que siempre hay la otra
cara (y vaya cara) de la otra moneda. El señor Urdangarín, Duque de Palma,
siempre tan comprometido con las causas nobles y no lucrativas, está siendo
sometido a un acoso y derribo por parte de todos los medios de comunicación
simplemente por la envidia de haber ganado dinero noblemente con su trabajo. Él
simplemente ha cobrado la simbólica cantidad de 400.000 euros diarios en
conferencias sobre el deporte. Junto al señor Matas, por aquel entonces
presidente de las Islas Baleares, intentaron traer el Tour de Francia a las
islas, sin conseguirlo después de compartir los gastos de la candidatura (un
billetito para la candidatura, otro para ellos). Pero lo que más envidia da es
el haberse comprado con mucho esfuerzo una humilde morada donde vivir él, su
mujer y sus cuatro hijos por la módica cantidad de 6 millones de euros en la
zona más lujosa de la ciudad de Barcelona. Y lo peor de todo no es que le acusen
de robar, engrosar facturas, utilizar la influencia de ser de la familia real,
enriquecerse a costa de los demás, no, lo peor es ¡que quieren quitar su figura
del museo de cera!
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