dijous, 24 de novembre del 2011

¿Qué hacemos con la Monumental?

   Ahora que el Parlament de Catalunya ha decidido que no haya corridas de toros en esta autonomía, se plantea la pregunta de qué se va a hacer con la magnífica obra arquitectónica que es la plaza Monumental, la última plaza que quedaba para celebrar los festejos en Barcelona. Personalmente, yo no he ido a los toros nunca pero las únicas veces que he ido a la plaza Monumental ha sido para ver los conciertos de El Último de la Fila y Joaquín Sabina con Los Rodríguez de teloneros.
   No, no se va a hacer una pista de tenis, ni un centro comercial como a su melliza Las Arenas, ni siquiera un museo. Hay varias propuestas, una de ellas es que sea convertida en un teatro gestionado por una empresa privada que ya realiza ese cometido en el Palacio de los Deportes de Montjuic, en la misma Barcelona.



   A mi se me ha ocurrido una idea que se podría hacer con este recinto. Se podría adaptar para que los indignados que acampan en cualquier plaza de la ciudad o a las víctimas de las hipotecas que se han quedado sin casa y dejen de dar la lata y quejarse por todo y hacer la vida imposible a los políticos, con lo bien que lo hacen... Hasta les va de perlas el nombre del recinto "Monumental", ¡Como la crisis, monumental!
   Pero claro, bien mirado esto es una utopía, ya que todos sabemos que cada vez habría más y más gente y la plaza se quedaría pequeña, con lo que ya no tendría razón de ser denominada Monumental.

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