dijous, 19 de maig del 2011

Los árboles no dejan ver el bosque

El cineasta Lars Von Trier se encuentra en Cannes para presentar una película. Resulta que ha querido ser el gracioso de la fiesta y la gracia se le ha escapado de las manos. Si quería publicidad para la película, ha tenido publicidad con las declaraciones. Haciendo la gracia, el señor Von Trier dijo que simpatizaba con Hitler y mostraba animadversión hacia los judíos. Cuando se dio cuenta de que se había excedido, pidió disculpas.

No es cosa nueva que para promocionar una película se busque provocar a algún sector de la sociedad. Lo que no consiga la calidad de la película, que lo consiga la publicidad. Si una película antes de su estreno ya se ve que no cumple las expectativas, se busca un escándalo o una controversia para dar publicidad y que se hable de ella. Lo bien que les fue a Scorsese y su "Ultima tentación de Cristo" o a Paul Verhoeven con muchas de sus películas, a cual más polémica. Entonces creen que el público irá a verla, para ver porqué ha causado tanta controversia. Con la literatura pasa también muchas veces, que para dar publicidad a un libro se buscan conflictos. Como máximo exponente podríamos citar a Dan Brown y su "Código Da Vinci".

Cuando vaya a ver una película, les aseguro que no me dejaré llevar por las polémicas que haya podido tener, sino porque me guste el tema, el director, o el reparto de actores, o tenga buenas referencias de ella. Por cierto Señor Von Trier, ¿qué película es la que está presentando en Cannes? ¿De qué trata?

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