dilluns, 2 de maig del 2011

Quien la sigue, la consigue

Lo intenté por Internet, pero todo me parecía tan confuso que no me quedó otro remedio. Lo tenía todo pero no sabía como interpretar los resultados. Estaba dudoso. Era un lenguaje que no entendía. Pero hoy me he dicho, "de hoy, no pasa". He accedido a su página web con la intención de averiguar como hacerlo. Ánimo me he dicho, que tú puedes. Después de perder el tiempo lamentablemente, me he dado cuenta de que no soy capaz. ¿Seré tonto? Tenía la autoestima por los suelos. Sólo conseguí un maldito número de teléfono. No tenía otro remedio, tenía que coger el teléfono y, como siempre, llamar. Me puse manos a la obra. Marqué el número. Ocupado. ¡Por favor, lo necesito, contesta!. Llamo 44.342 veces y con el mismo resultado. Ocupado.  "¡Vamos por favor, responde!", me digo. Triste y cabizbajo, desisto y digo "Ya lo intentaré mañana".

A la mañana siguiente, más de lo mismo, ocupado. De repente se me ocurre una idea. ¿Y si llamo más o menos a la hora de comer?. Así hago. Llamo. Después de unos instantes, ¡alguien me coge el teléfono! Yo con voz temblorosa y sin reponerme del todo... "¿Hola?". "Dígame", me contestan. "Yo les llamaba para pedir cita previa para hacer la declaración de la renta". Así de fácil.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada